En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos . . . Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en todas partes. (Lc 9:1-6)
Como los Doce, estamos llamados a ser discípulos misioneros proclamando la Buena Nueva de palabra y obra. Hoy es la fiesta de San Mauricio y sus compañeros mártires.