En otro tiempo ustedes estaban alejados de Dios y en su corazón eran enemigos de él a causa de las malas acciones de ustedes; pero él los ha reconciliado ahora consigo por medio de la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo mortal, para hacerlos santos, puros e irreprochables a sus ojos. (Col 1:21-23)
Siempre nos gusta pensar que NOSOTROS tenemos un papel que desempeñar en el gran plan de salvación, y lo hacemos en un sentido, en las cosas que hacemos por Dios. Pero las Escrituras siempre nos recuerdan rápidamente que la salvación se trata de lo que DIOS ha hecho por nosotros en Cristo. Y como añadiría San Pablo “a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse” (1 Co 1, 29). Hoy es el cumpleaños de mi gran amigo, el Padre Larry Richardt.