Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en él
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuéramos santos
e irreprochables a sus ojos, por el amor. (Efe 1:3-14)

Elegido y bendecido por el amor. . . eso es lo que somos. Quizás eso es lo que se quiere decir con "bendición original". A veces olvidamos que antes de que hubiera una historia de pecado en el mundo, había una historia de gracia. Y la gracia de Dios que nos elige y nos bendice nos eleva en un amor que nunca se acaba.