Salmo Responsorial (Salmo 18)
R. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
Más deseables que el oro y las piedras preciosos
las normas del Señor,
y más dulces que la miel
de un panal que gotea.
R. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
Más dulce que la miel de panal. . . ¡Qué descripción de los mandamientos del Señor!