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En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar hasta donde él estaba porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: “Tu madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte”. Pero él respondió: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.
(Lc 8:19-21)

La historia de Jesús con su familia de San Lucas es menos fuerte de la de San Marcos. En San Marcos, la familia piensa que Jesús está loco. Pues, la familia es la familia. Todos queremos la familia perfecta de Kodak. Pero esa familia no existe. Las Buenas Noticias es que Dios no tiene ese problema. Todos nosotros podemos ser miembros de la nueva familia de gracia—no por nacimiento, sino por la elección de Dios.

Hoy es el día de mi santo, San Mauricio y Compañeros.