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Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su hija, él le respondió: "Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos". La mujer le replicó: "Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños". Entonces Jesús le contestó: "Anda, vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija". (Mc 7:24-30)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020824.cfm
Algunas personas se escandalizan por la declaración del Señor sobre no echar la comida de los niños a los perros. A mí me choca más la respuesta de la mujer pagana: "Señor, hasta los perros que están debajo de la mesa comen las migajas que tiran los niños". Creo que el Señor fue impresionado con la respuesta de la mujer pagana . . . y gracias a la fe de la madre, la niña se curó. La hermosa Oración de humilde acceso contiene la frase: "No somos dignos ni aun de recoger las migajas debajo de tu Mesa".