Imprimir

Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. (Mc 2:1-12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/011224.cfm
¡Qué importantes son nuestros amigos! A veces son nuestros amigos los que nos llevan al Señor. Qué importante es que recemos unos por otros, a veces es la fe de nuestros amigos la que nos hace salir adelante.