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En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. (Is 25:6-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120623.cfm
Las visiones del Adviento del profeta Isaías continúan con el banquete del Reino, que es para todos los pueblos, sin excluir a nadie. El reto es estar tan abiertos a los demás como lo están los brazos de Dios para todos nosotros. San Nicolás (270-343) fue un obispo de la Iglesia primitiva que se comprometió a proteger a los niños y a todos los necesitados.