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Ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular. Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar el templo santo del Señor, y unidos a él también ustedes se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser morada de Dios. (Ef 2:19-22)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102823.cfm
Ya no somos extranjeros ni huéspedes, sino que conciudadanos, miembros de la familia de Dios, templo santo del Señor, morada de Dios. ¡Esa es la verdad de quiénes somos! Al celebrar la elección de los Doce, también celebramos nuestra propia misión apostólica de llevar la Buena Nueva a toda la tierra.