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Cristo Jesús se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Fil 2:1-11)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100123.cfm
Con este himno primitivo San Pablo nos anima a tener la misma mente y corazón de Cristo.