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Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: "Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo". Al instante, algo como escamas se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas. Se quedó unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios. (Hch 9:1-20)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042823.cfm
La Conversión de Saulo (que se convierte en Pablo) es uno de los eventos más dramáticos en los Hechos de los Apóstoles y en la vida de la iglesia primitiva. Fue Ananías, en representación de la comunidad, quien confirmó la experiencia de Pablo con el Señor Resucitado, lo ayudó a comprenderla y luego le mostró el camino del bautismo.