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“Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, y con ellos has constituido un reino de sacerdotes, que servirán a nuestro Dios y reinarán sobre la tierra”. (Apoc 5:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111722.cfm
Un reino de sacerdotes para nuestro Dios. . . el Concilio Vaticano II se basó en este pasaje de la Escritura al hablar del Pueblo de Dios: los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su modo, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos corresponde”. Santa Isabel de Hungría (1207-1231) cuidó de los enfermos y es la patrona de la Tercera Orden de San Francisco de Asís. “¡PUEBLO DE REYES, ASAMBLEA SANTA, PUEBLO SACERDOTAL, PUEBLO DE DIOS, BENDICE A TU SEÑOR!”