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La palabra del Señor me llegó en estos términos: Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así habla el Señor:
“Tu corazón se llenó de arrogancia y dijiste: ‘Yo soy un dios; estoy sentado en un trono divino, en el corazón de los mares’. ¡Tú, que eres un hombre y no un dios, te has considerado igual a un dios! ¿Te atreverás a decir: ‘Yo soy un dios’, delante de tus verdugos? Serás un hombre, no un dios, en manos de los que te traspasen.
  (Ez 28:1-10)
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2022-08-16
El profeta Ezequiel pronuncia la condenación del Príncipe de Tiro, quien es la definición bíblica de la arrogancia. Es lo que sucede cuando nos ponemos prepotentes y actuamos como si fuéramos dueños del mundo. Habrá un ajuste de cuentas. Como nos recuerda Ezequiel: eres humano, no eres un dios.