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Entonces el Señor me dijo: “¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero? Como está el barro en las manos del alfarero, así ustedes, casa de Israel, están en mis manos”. (Jeremías 18:1-6)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072822.cfm
La Casa del Alfarero es una hermosa imagen del amor paciente y misericordioso de Dios, formando y reformando. Así que somos el barro en las manos de Dios.