Imprimir

Salmo Responsorial      (Salmo 83)
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío.
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
https://bible.usccb.org/es/bible/readings/072322.cfm
Como nos recuerda el profeta Jeremías, si queremos ser la morada de Dios, entonces debemos reformar profundamente nuestros caminos y nuestras obras: actuar con justicia, no oprimir a los extranjeros ni a las viudas ni a los huérfanos, y no derramar sangre inocente. Recordamos hoy a la Virgen María, que canta las alabanzas del Dios de justicia que da de comer al hambriento y levanta a los humildes.