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Dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador . . . Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre”. (Lc 1:39-56)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/053122.cfm
Dios viene a rescatar a los pobres y a los humildes. Y como dice Isabel: “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?” Con razón la iglesia llama a María, “Theotokos” (portadora de Dios), en latín “Mater Dei” (Madre de Dios). Como reza la Iglesia occidental: “Ruega por nosotros, oh santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Cristo”. Y como reza la Iglesia oriental: “Conmemorando a nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora +Theotokos y siempre Virgen María y a todos los Santos, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios”.