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El Señor consuela a su pueblo y tiene misericordia de los desamparados. Sión había dicho: ‘El Señor me ha abandonado, el Señor me tiene en el olvido’. ¿Puede acaso una madre olvidarse de su creatura hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti”, dice el Señor todopoderoso. (Is 49:8-15)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/033022.cfm
Una de las imágenes más tiernas de todas las Escrituras: la promesa de Dios de nunca olvidarnos. Y así continuamos rezando por Ucrania; el pueblo de Ucrania no se olvida.