Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de muchos colores. (Gen 37:1-3)
La túnica de muchos colores de José fue muy lujosa y provocó la envidia entre sus hermanos. Ellos lo vendieron como esclavo en Egipto. Y así se cumplió el gran misterioso plan de Dios para nuestra salvación.